El chequeo ginecológico tiene como objetivo prevenir y/o pesquisar, con antelación, enfermedades propias de las mujeres.
Dependiendo del rango etario y biológico de cada mujer, variará la frecuencia del chequeo, acorde con un criterio epidemiológico.
Es aconsejable realizarlo una vez por año, apoyándolo con exámenes y estudio de imágenes, ya que así se logra aumentar considerablemente la calidad de vida de muchas mujeres, además de prolongarla.